Quiero ser una princesa...como Audrey

Este post me lo ha inspirado la fotógrafa, Jaimie Moore, con el reportaje que la hecho a su hija.

Yo soy de la generación que vio los clásicos Disney con el dibujo original, por ello, siempre he sido fan de Aurora, alias la Bella Durmiente, con esos vestidos, y esa melena rubia no había icono que quisiera seguir más. De hecho, en invierno me ponía la bata de estar por casa anudada a la cintura, para que me hiciera una falda larga, y me ponía a bailar (siempre en soledad), por el cuarto de mis padres o en el comedor, a una edad de unos 6 ó 7 años.

Licencia de Disney

Quince años después descubrí la realidad del cuento de la Bella Durmiente de Charles Perrault, porque hice un trabajo en la carrera sobre comparativa de traducciones de los cuentos de Perrault. Os recomiendo encarecidamente que leáis el cuento original porque no tiene desperdicio. Digamos, para crear curiosidad, que el cuento de Disney acaba en la mitad del cuento de Perrault.

Un par de años después descubrí a Audrey Hepburn, y otro par de años después me empapé de su biografía. Fue en ese momento cuando decidí que la única "princesa" que quería ser era Audrey Hepburn, y más tras leer su historia, pues aunque en la fición llegó a ser princesa de cuento, véase Vacaciones en Roma  a modo de ejemplo, fue una mujer real, que pasó toda clase de vicisitudes en la vida, y que me hicieron admirarla desde lo más profundo de mi alma. Más adelante os relataré más sobre mi icono, pero eso se merece otro post :)

Así pues, me posiciono a favor de enseñarles a los niños los cuentos tal y como son, y no sólo la dulzura de Disney, pues tienen que aprender que se hicieron siempre para dar alguna lección sobre la vida. Y que las princesas son mujeres de carne y hueso con un papel diplomático en el mundo real. ¿Qué opináis?

Este post va dedicado a mi sobrina, a la que le encantan las "pinsesas", y a la que le contaré los cuentos tal y como se escribieron, cuando tenga más conciencia del mundo.